Ronabus

El autobús de mi pueblo se llama Ronabus y es un transporte público. Todos los días, algunos habitantes de mi pueblo van a Granada en él. Es blanco y tiene las letras, con el nombre de Ronabus, en azul. Es un autobús nuevo y moderno, caben sesenta pasajeros. Es grande y largo y la cabina es redondeada. Tiene seis ruedas y las de atrás van de dos en dos. A cada lado tiene tres grandes ventanas, y una trasera y otra delantera. Tiene los asientos azules con el cabecero amarillo y son muy cómodos. Yo, cuando voy de viaje me gusta sentarme en los asientos de atrás.

De poetas y aviadores

REFLEXIÓN FINAL:Esta lectura me ha enseñado que si tienes algún problemas siempre habrá alguna persona buena que te ayudará, te tranquilizará y te dirá palabras de ánimo para poder salir de él.

Juan Sin Miedo

REFLEXIÓN FINAL:

Esta lectura me ha enseñado que por muy valientes que seamos siempre habrá algo que te dé miedo.

La Familia Martínez

A principios del siglo XX había una familia a la que conocían como los Martínez. Laura, que tenía 8 años, y Raquel, que tenía 4, eran las hijas. Los Martínez eran una familia humilde y vivían en una casa en medio del bosque. Las niñas eran muy bonitas. Laura tenía el pelo castaño y largo; al contrario que Raquel, que era rubia y con el pelo rizado. Las dos vestían con vestidos largos; el vestido de Laura era azul y llevaba un lazo en la cabeza del mismo color. Raquel llevaba el vestido de color granate y marrón con una flor en la cabeza. Un día salieron a jugar al bosque acompañadas de su  gato y de un caballo de juguete. La pequeña se distrajo un poco cuando iba caminando por medio de los árboles y de pronto no supo volver donde estaba su hermana. Su hermana, cuando se dio cuenta, empezó a buscarla llamándola: ¡Raquel, Raquel! Y fue corriendo a casa en busca de sus padres para decirles que no encontraba a Raquel.Los padres salieron a buscarla muy preocupados. Todos llamaban a Raquel:  ¡Raquel, Raquel! ¿Dónde estás? Laura lloraba mucho, de pronto vio el caballito de Raquel. Fue corriendo, y allí estaba su hermana en medio de unos arbustos, muy asustada. Laura llamó a sus padres: ¡Papá, mamá, aquí está, por fin la he encontrado! Las niñas se abrazaron muy contentas y Raquel le dijo que nunca más se separaría de ella. Todos se marcharon a su casa muy contentos, porque encontraron sana y salva a la niña.

Hulk

HULK

Voy a describir al increíble Hulk. Es el hombre-masa, se llama Hulk y mide más de 3 metros. Él es fuerte y grueso, tiene 37 años y su pelo es negro. La frente la tiene amplia, su cara es alargada y la tez es verde. Sus cejas son rectas, los ojos son verdes como una esmeralda, las orejas son pequeñas y la nariz gruesa y chata. Tiene la boca grande y sus dientes son sanos y fuertes. Tiene las manos grandes y los brazos muy musculosos, las piernas son cortas y  muy gruesas.

Su carácter es amable y pacífico, pero cuando se enfada se transforma y se pone enorme y con una fuerza descomunal para poder defenderse o para defender a los que están en peligro, y se vuelve violento, pero solo con los malos. Viste con pantalón corto y su aspecto personal es aseado y estrafalario. A mí me gustaría ser como él por su fuerza y musculatura.

El pececito y la caracola

El pez y la caracola
 Era un día de verano en pleno mes de Agosto, hacía mucha calor y el mar estaba alborotado, iba nadando el pececito y se encuentra a su amiga la caracola. El pez le dice a la caracola:
 - ¿Qué te pasa?
- Estoy triste, el mar está lleno de basura, tenemos que hacer algo, esto no se puede quedar así -contesta la caracola. En la orilla está Serafín, un niño que no puede bañarse, porque el mar está sucio. El pez y la caracola llegan a la orilla y se asustan al ver tanta basura; allí está Serafín llorando, porque no se puede meter en el agua. El pez le pregunta al niño que porqué está el mar tan sucio y el niño le responde que el barco que recoge la basura debería haber pasado hacía una semana. El niño les dice que va a ir a preguntar al ayuntamiento a ver qué pasa. Mientras tanto, el pez y la caracola intentan sacar basura, pero es tanta la que hay que es imposible. Dos horas más tarde llega el niño; el pez y la caracola están reventados. - He preguntado en el ayuntamiento y me han dicho que el barco ha estado en huelga, pero que ya se ha solucionado todo y pasará mañana por la mañana -dice el niño .

Al día siguiente cuando se levantan, el pez y la caracola van corriendo a la orilla y allí se encuentran al niño que está muy contento, porque al fin el mar está muy limpio.

Manuela

Manuela

Manuela es la directora de la sucursal de un banco de mi pueblo. Mide 1,74; es delgada y tiene 39 años. Su pelo es castaño y liso, la frente amplia y la cara alargada y bronceada. Sus cejas son rectas y sus ojos marrones, de mirada apasionada. La  nariz es recta y los labios gruesos. Sus manos son delgadas, los brazos largos y las piernas finas.  

Ella es agradable e inteligente. Le gusta leer, es aficionada al deporte y le gusta montar en bicicleta. Es paciente y cariñosa. Viste con traje corto y tacones; es muy elegante y atractiva.

Elefantito

Un elefante llamado César

Voy a describir a un elefante. Se trata de un elefante que se llama César y vive en  la selva con su manada. Es pequeño, joven y no tiene colmillos. El rabo es mediano y su piel es rugosa, dura y de color gris. Los ojos son negros y muy pequeños, sus orejas son grandes y caídas. Tiene la cabeza grande, la boca pequeña y la trompa larga. Sus patas son fuertes y gruesas. Es un animal astuto y tranquilo, lo que más le gusta es bañarse en el agua y espurrear agua por la trompa. Este elefantito es un elefante indio y se puede domesticar.

Me gustaría alguna vez montarme en un elefante.

El mendigo manolo

El mendigo Manolo
Manolo es un mendigo que tiene sesenta y cinco años; se pasa todo el día de calle en calle y de casa en casa pidiendo ropa o comida. Cuando se cansa, se sienta en un tranco a descansar. Duerme en la calle y se arropa con un cartón. Cuando sale el sol, Manolo se levanta y se dirige a un bar donde todos los días le dan un café calentito y un trozo de pan. Un día, al salir del bar, se encontró a un amigo al que llevaba años sin ver. Él no se dio cuenta, pero su amigo sí y le dijo:  
-¿Eres Manolo?
Él se quedó mirándolo y dijo:
-¿Tú eres Antonio?
Se dieron un abrazo; Antonio se dio cuenta que a Manolo no le iba nada bien; después de hablar y hablar, Antonio le dijo:
-¿Manolo te gustaría trabajar conmigo en la carpintería?
-Pues claro que sí -respondió Manolo.
Desde entonces, Manolo tuvo un trabajo gracias a su amigo Antonio y nunca más volvió a pedir por las casas.

Crecer

Esta lectura me ha enseñado que las madres quieren el bien para sus hijos y también me enseña que a todos nos deben tratar por igual y que nadie se debe reír de los más débiles, porque al final el que ríe el último ríe mejor.